Las tarotistas buenas nacen con un don y lo van desarrollando a lo largo de sus vidas. Normalmente, se trata de dones heredados de segunda generación; es decir, sus abuelas lo tienen (pero no sus madres) y lo han sabido utilizar en su beneficio y en el de los demás. https://beauncusd.estate-blog.com/29104736/detailed-notes-on-lectura-de-cartas-económica